Montpellier es una ciudad con un patrimonio excepcional, donde se mezclan la historia medieval, la elegancia clásica y la modernidad arquitectónica. El centro histórico, «l'Écusson», revela un laberinto de callejuelas, plazas animadas y monumentos notables. Pasear por estos barrios es como viajar a través de los siglos y empaparse del ambiente único del sur. Desde el Royal Hôtel Montpellier, situado en pleno centro de la ciudad, se puede acceder a pie a todos estos lugares emblemáticos, lo que permite descubrirlos fácilmente y sumergirse en ellos.
Apodada «el Huevo» por su forma ovalada, la Place de la Comédie es una de las explanadas peatonales más grandes de Europa, rodeada por la Ópera Comédie y majestuosos edificios haussmannianos. Lugar de encuentro y convivencia, se puede pasear, almorzar en una terraza o disfrutar de las compras... En el centro de la plaza se encuentra la famosa fuente de las Tres Gracias, símbolo de Montpellier y cita ineludible tanto para los habitantes como para los visitantes.
A dos minutos del Royal Hotel, es el punto de partida ideal para explorar el Écusson y desplazarse gracias a las líneas de tranvía y autobús.
A las puertas de la ciudad, el castillo de La Mogère, construido por Jean Giral, ilustra el arte de vivir a la francesa del siglo XVIII. Esta «folie» montpelliéraine, con su arquitectura refinada y sus salones ricamente decorados —muebles de época, pinturas, estatuas y retratos históricos—, ofrece una escapada fuera del tiempo. Su parque combina jardines franceses e ingleses, con fuentes, estanques y un bufé de agua clasificado como monumento histórico. Se pueden realizar visitas durante todo el año.
El Royal Hôtel Montpellier, situado en pleno centro histórico, frente a la Place de la Comédie, es el punto de partida perfecto para descubrir el patrimonio de la ciudad. A solo unos pasos, podrá llegar al Arco del Triunfo, pasear por las callejuelas del Écusson, visitar el castillo de la Mogère o disfrutar de los numerosos museos y espacios culturales. Su céntrica ubicación permite combinar el confort y la inmersión total en la historia y la vida cotidiana de Montpellier, para una estancia llena de descubrimientos.